jueves, 12 de marzo de 2009

Alumnos jóvenes y ejercicio anaeróbico láctico, papel de la énzima PFK

Son muchos los profesores y monitores deportivos que dicen trabajar la resistencia anaeróbica láctica de sus alumnos. El problema viene cuando estos alumnos no han finalizado su maduración.
Está demostrado de varias maneras, la más clara y concisa es que los niños no pueden alcanzar concentraciones de lactato como los adultos en los músculos o en la sangre para ejercicios de intensidad máxima o supramáxima, lo cual indica una menor capacidad glucolítica. Los menores niveles de lactato pueden reflejar menor concentración de fosfofructocinasa (PFK)
Según Cerretelli y Col. 68, el desarrollo de los diferentes tipos de resistencia siguen el siguiente orden: anaeróbico aláctico, aeróbico y anaeróbico láctico.
Es en la edad puberal, con la maduración del sujeto (aproximadamente a los 10,5-11 años en niñas y 12-12,5 en niños, edad cronológica aproximada) es cuando comienzan a sucederse los cambios en el organismo necesarios para la mejora en la resistencia anaeróbica láctica, pero aún así se debemos ser cautos y asegurarnos de que a todos los alumnos tienen dicha capacidad láctica, ya que la variabilidad entre alumnos es alta (8-13 años en niñas y 9-14 en niños)

"Debemos saber diferenciar la edad cronológica y biológica del alumno para saber que podemos y que no podemos pedirle"


La conclusión sería que no se debe trabajar la resistencia anaeróbica láctica con alumnos menores de los 14 o 15 años.

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